viernes, 19 de abril de 2013

Capitulo 1

Esta noche he dormido mejor que en toda mi vida, me levanto perfectamente descansado cuando oigo a mi madre Katniss llamarme.
-¡Will! Hijo ven a desayunar y despierta a tus hermanos.
-Ya voy mamá! Prim, Jace,a desayunar!
Jace me tira la almohada a la cabeza y Primrose se levanta rauda para llegar la primera, yo soy el mediano, Prim es la pequeña y Jace es el mayor. Los tres hemos heredado el pelo rubio de nuestro padre, Peeta pero solo yo he heredado los ojos grises de mi madre mientras que ellos tienen los ojos azules de mi padre.
Después del desayunar me voy a vestir con la ropa de caza y me voy con mi madre al bosque, ella me da lecciones de tiro con arco y la verdad es que se me da bien, Prim se interesa más por la medicina como la abuela y la hermana de mi madre, que se murió cuando tenia solo trece años, mi madre decía que era la niña más valiente y cariñosa que había en el mundo, mi hermana tiene su mismo nombre y se le parece bastante.
Mi hermano Jace le interesa más la esgrima y se ha apuntado a clases.
-Will, concéntrate ¿en que estas pensando?
-En nada mamá, lo siento.
Disparo a unas cuantas ardillas y perdices y nos sentamos a escuchar el canto de los sinsajos, mi madre a menudo me cuenta historias de cuando era joven, mis padres son los dos vencedores de los juegos del hambre, unos juegos horriblemente crueles en los que veinticuatro niños tenían que matarse entre ellos hasta solo quedar uno, pero mi madre fue el símbolo de la rebelión que acabó con ellos, fue el sinsajo.
Después de la clase voy a pintar con mi padre porque me relaja, no se me da muy bien pero lo intento.
Mi padre me enseña un libro de cuero donde están dibujadas por él todas las plantas que encontraron en la arena y las personas a las que mis padres tenían afecto, como Gale, el amigo de mi madre, Finnick, que murió para salvar a mi madre, Johanna, Annie, la pequeña Rue, Mags o Beetee y Wiress, incluso el viejo Haymitch.
La vida en el distrito doce ha mejorado mucho desde la antigüedad, seguimos suministrando carbón a los demás distritos pero con mejores salarios y horarios. Ahora los distritos suministran a los otros sus materias primas, la presidenta Paylor es bastante justa y hace bien su trabajo, Panem es un mejor lugar para vivir.
Los fines de semana mis padres me dejan ir al distrito cuatro o al distrito siete que es donde viven mis amigos, en el distrito cuatro viven Finnick el hijo de Annie y en el distrito siete viven Alec y Hermione, los hijos de Gale y Johanna.
Después juego un rato con Prim, a un juego que nos ha enseñado mi madre se llama El gato loco, para ello jugamos con Buttercup, el viejo gato de mi tía Prim. Cuando nos cansamos vamos a la panadería de papá y cogemos algún pastel glaseado. 
Decido salir al bosque y cazo un ciervo y una ardilla para venderlos en la carnicería, después me voy a la tienda más cercana y compro una espada de plata, llevo ahorrando durante meses para poder comprarla, en una semana es el decimonoveno cumpleaños de Jace y quiero regalarle la espada porque se que le encantará. Escondo la espada bajo mi cama envuelta en un paño, me meto en la cama y me duermo porque mañana tengo clase.
El día sucede sin ningún contratiempo, al salir de la escuela escucho hablar a dos hombres:
-...Si he oído algo de que van a dar un golpe de estado...
-No puedes hablar en serio.
Salgo corriendo hacia mi casa, no debería haber escuchado esa conversación. Al entrar en casa no le cuento nada a mis padres de lo que he oído, hago mis deberes y me voy a la cama. El resto de la semana pasa volando, preparamos la fiesta de Jace, papá se encarga de la tarta, mamá de llamar a los invitados, a los pocos que Jace nos ha permitido y Prim y yo de la comida.
Prim con sus doce años sabe hacer un estofado de cordero con ciruelas que a mi con mis dieciséis años no me sale tan bien.
Finnick y Annie son los primeros en llegar, Finnick es casi idéntico a su padre, tiene el pelo de color bronce y los ojos verde mar, tiene quince años, tan solo uno menos que yo. Después llegan Gale Hermione y Alec,
Johanna no ha podido venir. Hermione tiene el pelo castaño claro aunque está teñida y tiene la misma edad que Finnick, Alec tiene el pelo negro como su padre y los ojos de color azul zafiro y tiene dieciocho años.
Cuando Jace sopla las velas, yo soy el primero en darle mi regalo, en cuanto lo abre se le iluminan los ojos y me da un fuerte abrazo.
-Gracias renacuajo, es la que quería.
Mis padres le regalan un curso de lucha en el distrito dos y Gale una plaza en el campamento de verano para jóvenes guerreros.Después de la fiesta cuando se están a punto de marchar todos, Alec me lleva a un rincón y me tiende una caja.
-Todavía te debo tu regalo de cumpleaños._ me dice revolviéndome el pelo.
Lo recuerdo perfectamente Alec no había podido venir porque estaba enfermo.
He de reconocer que Alec siempre me ha puesto nervioso, cada vez que me habla o se acerca a mi se me acelera el corazón. Abro la caja y veo que es un colgante con un zafiro, del mismo color que sus ojos.
-Gr-gracias Alec._ Respondo sin poder evitar sonrojarme.
-De nada pequeño, ahora podrás verme aunque no este aquí. 

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